Ha muerto el maestro

Santiago Cotán-Pinto y Nardy Lafuente en el Real Club Maritimo de Huelva

Suenan las campanas del reloj de la plaza de San Pedro. Eran las siete de la mañana de un martes caluroso. Acababa de levantarme y rompí la tradición de encender el móvil. Había sido una noche inquieta para mí. Me costó reconciliar el sueño. El presagio de algún infortunio me anunciaba la inquietud propia del momento. Al salir de mí morada, advertí que el cielo estaba despejado y oscuro a la vez. Las estrellas ya estaban apagadas tras una calurosa madrugada. El viento silbaba más suave que nunca. A medida que avanzaba hacia mi lugar de trabajo, hacia mi radio, perdía la mirada por el horizonte y no veía brillar el Sol de la misma manera que otras veces. Me extraño no oír el concierto de insectos que cada mañana me daban los buenos días. El mar casi apenas llegaba a mí sentir auditivo.
Me dijo una gaviota: “Hoy el día no será hermoso”. Llegó el ave desde el Puerto de Huelva y se posó en mi hombro izquierdo para volver a decirme: “Paco, hoy el día te resultará incompleto, imperfecto”. Visioné un amanecer turbio, gris, oscuro y apagado. Era un presagio de lo que iba a encontrarme al encender el móvil y ver el primer mensaje de la mañana diciendo: ‘Ha muerto Santiago Cotán-Pinto’
Si te mueres viejo amigo, ¿qué será de los recuerdos? Ocurrirá que iré más veces al pasado para oír la voz peculiar y el ritmo de aquellos partidos del decano que entraban en mi pequeño transistor. Desde mi primer transistor en el que los lunes oía aquel programa nocturno que era para mi una nana que me ayudaba a entrar en la madrugada. Con tu muerte Santiago volveré cada día a recordar el hecho y el comentario de mi maestro D. José Maria Roldán cuando tras su voz entraba la tuya en Estadio. Ya están juntos aquellos hombres que fueron espejos en mis primeros pasos radiofónicos. La COPE tiene a sus estrellas locales en el cielo. José María Roldan, Fernando Guinea, Rafael Mezquita, Santiago Cotan-Pinto estás preparando el próximo programa.
Hoy está triste mi tierra y destrozada también mi alma. Hoy con tu muerte querido maestro, he recordado a esos hombres que me enseñaron algo y que llenaron nuestro latifundio de información y opinión. A esos, que tantas y tantas veces nombré y oí dedico mi oda.
Santiago Cotán-Pinto, el decano de los periodistas deportivos ha muerto. La muerte de su joven hijo le hundió en la angustia y esa pena se lo ha llevado al más allá. Desde este estudio de radio llamado D. José Maria Roldán, este editorial para Santiago Cotán, un nombre que aplicaremos a otro de los estudios de Antena Huelva Radio. Amigo Santiago, nos vemos en el cielo.